Reto 3

 Los puntos que he votado porque considero que deberían formar parte del Decálogo de valores, acciones y hábitos de los/las empleados/as públicos/as comprometidos/as con el Gobierno Abierto son:

1. Mejorar la participación dentro de la Administración. Todos podemos (y debemos) contribuir a la buena marcha de la Administración, aportando ideas tanto desde el punto de vista de funcionario como de ciudadano de a pie. Tener iniciativa para aportar ideas así como que la Administración facilite esta aportación son las bases para la buena marcha de los entes públicos.

2. Facilitar los procesos a los ciudadanos. Considero que es un punto esencial en un buen Decálogo de buenas prácticas del funcionario en cuanto a transparencia, ya que implica que el trabajador público se comprometa 100% tanto con la Administración como con el ciudadano. Así, el funcionario debe proporcionar en todo momento la máxima información posible sobre el procedimiento a seguir: trámites a seguir, documentación a aportar, organismo al que dirigirse, etc. Tratando, además, de informarse por todos los medios posibles en caso de no saber algo concreto que también el ciudadano desconozca, no dejándolo en manos de éste (o al menos no cederle toda la responsabilidad de informarse).

3. Ser agente de inclusión: facilitar el acceso y participación a cualquier persona que encuentre barreras, sea cual sea su circunstancia personal. Este punto está muy relacionado con el anterior. Se trata de facilitarle al ciudadano el proceco administrativo centrándose además en sus características particulares como ser humano: una discapacidad que dificulte entender el procedimiento, una persona mayor que no sepa utilizar las nuevas tecnologías, una persona con dificultades en el lenguaje, etc. Lo más importante es utilizar la empatía en todo momento para ayudar al ciudadano. Así se consigue una Administración más fuerte y cercana, facilitando la transparencia y la agilidad en los procedimientos.

4. Mejorar la atención telefónica. Otro punto muy relacionado con los dos anteriores. Se trata de facilitar la interrelación ciudadano-Administración. A veces al ciudadano le es imposible acercarse a una oficina para obtener información o la que está disponible en la web institucional no es suficiente y/o clara. Por ello, la forma más parecida a un cara a cara es la vía telefónica y es indispensable que sea una atención de buena calidad.

5. Crear material visual para facilitar procedimientos administrativos complejos. Una imagen vale más que mil palabras, y un proceso explicado de manera gráfica siempre resulta más sencillo y más visual que una simple explicación con palabras. Además, existen colectivos que resultarían especialmente beneficiados como son las personas en el espectro autista, para las que los pictogramas son especialmente útiles.




Comentarios